Un poco de optimismo, por favor!

De repente quiero hacer muchas cosas, tantas que no sé por dónde empezar. Llevo 15 días husmeando por el mundo laboral sin encontrar nada interesante. Justo hoy recibo una llamada inesperada y, efectivamente, se trata de una oferta de trabajo. No es de las más tentadoras pero se presenta interesante, al menos, para empezar. Mañana tengo la entrevista. Tendré que esperar a ver que pasa pero presiento que puede irme bién.

Cuando llegué, hace ya un mes, venía con muchas ganas de trabajar y avanzar un poco laboralmente hablando. Me encontré con un panorama pésimo con pocas oefrtas y, además, muy poco atractivas. Todo el mundo me asustó con el tema de la “crisis” que, la verdad, ya me tiene harta. Todo el mundo se lamenta y cuenta barbaridades. Está claro que las cosas han cambiado pero el mundo sigue, la gente sigue trabajando y consumiendo a su vez.

Creo que los “expertos” deberían estudiar a fondo el problema de la “crisis” como, precisamente, están haciendo. Pero se debería dejar de especular y de extender miedo. Alguien se tendría que encargar de animar a la gente y advertir que, dentro de lo malo, no estamos en lo peor. En estos tiempos hace falta gente optimista para tirar hacia delante. Y yo, que no me caracterizo precisamente por ser la más optimista, me comprometo a serlo un poco más.

Estos días que he ido buscando trabajo me he dado cuenta de que  no era muy buena candidata. Esataba tan asustada que sentía que cualquiera que me cogiera para trabajar me haría un favor. Y no es así. No me contratarán para hacerme un favor, lo harán porque me necesitan. El favor será mútuo.

Ahora solo me queda cruzar los dedos y dar lo mejor de mi. Un poco de optimismo no me hará mal, después de todo, no tengo nada que perder.