Ha sido una semana atrevida. Me he mantenido activa e ilusionada a pesar del resfriado que llevo encima. El tiempo insiste en amenazarme: sol, lluvia, nubes… Pero no importa. He estado y sigo estándolo rodeada de buena onda. Respiré nuevos y buenos aires. Me gusta la ciudad. He recorrido algunos barrios y he aprovechado la gente que he tenido al lado.
Anduvimos por Palermo soho y sus diseños: arte en la calle. Los diseñadorres muestran lo último en su moda. Es un paseo recomendable y muy entretenido si te gusta la moda hippie, original y alternativa. Me podría quedar ahí miles de tardes. Es una zona multicolor. Anduve tambien por la 9 de Julio. Ahí siempre hay movimiento: niños en la calle, miles de coches, gente paseando, ruido de ciudad. San Telmo lo disfruté más el año pasado. Hay bares y tango en la calle. Ahí teníamos el hostal. Me quedé con buenos recuerdos.
Una noche de lunes me llevaron a cenar a un restaurante en Puerto Madero. Me empapé de lujo. La Parolaccia. Advierto que la página web no tiene nada que ver con la comida. A ver cuando se enteran de la importancia de tener una buena página. En fin, no soy yo la experta en críticas de webs… Excelente comida italiana. El personal fue muy atento y nos recibió con una copa de champagne. Había una cestita de mimbre llena de panecillos exóticos: con queso, con orégano, integrales, etc… Comimos mirando al río. Fue muy lindo. Brindamos por la distancia y por los primos. Luego paseamos por el puerto. No hacía ni frío ni calor. Las luces se reflejaban en el río y todo junto formaba un paisaje exquisito. Luego recorrimos parte de la ciudad en auto. Soy partidaria de ver lo que visito de día y de noche, pues no suele parecerse. Y así lo hicimos. Fue una noche divertida, con risas y algunas confesiones.
Tuve la alegría de juntarme con la família. Lo pasé bien. Siempre es agradable reencontrarse con seres queridos. Seguí conociendo a mis “nuevos” primos. Hicimos miles de fotos y comimos. Aquí siempre se celebra comiendo… Y la comida está riquísima! Ya, lo confieso: comí dulce de leche en casi todas sus modalidades. Me fue imposible resistirme… He pecado, y creo que seguiré haciéndolo hasta mi vuelta a Chile.
Una de mis primas me llevó a la recibida (fiesta de fin de carrera) de una amiga suya. Aquí cuando la gente se recibe, se juntan a la universidad a darle la “enhorabuena”. ¿Y cómo lo celebran? Tirándole huevos a la nueva profesional. Le sacan la ropa y le empiezan a tirar todo tipo de condimentos. Orégano, harina, huevos, salsa de tomate, aceite, de todo… Fue un espectáculo para mi ver eso. Habría que implantarlo en otros sitios. (Menos mal que ya me recibí… jeje). A este ritual se le llama huevazo…
Bueno, eso fue mi adelanto por el momento. Espero pronto poder seguir escribiendo y contando mis anécdotas. Mañana vuelvo a capital, así que tendré más material para contar. Por el momento éso fue todo. Contenta de mi viaje y feliz de estar donde estoy.
Me alegro que estes pasandolo bien..
Aca en Chile el “huevazo” se hace cuando uno entra a la universidad y se le llama “mechoneo”
esperando que regreses para salir a “carretear”
besos y cuidate