La pregunta de hoy es: ¿Tienen derecho a vivir las personas tímidas?
La pregunta es irónica. Uno de los adjetivos que me define es, precisamente, este: tímida. Y a veces pienso que no se dan las mismas oportunidades si uno es tímido. A veces, también, ser tímida es una ventaja. Cuando era pequeña mi padre solía decirme que la timidez se va con los años.
Es por eso que nunca me quedo con la primera impresión. No me basta. Necesito más para juzgar a alguien. Por suerte o por desgracia, otros no. Esa es una de las razones por la que no creo en el “amor a primera vista”. No creo que nadie se haya enamorado de mi a la primera y tampoco creo haberlo hecho yo. No sé entregar confianza a quien no conozco. Y tampoco sé confiar.
¿Es la timidez falta de madurez? Puede que sí o puede que no. Lo que sé es que es respetable. Personalmente opino que la timidez es miedo y quizás falta de seguridad. Me pregunto si alguien seguro de sí mismo y sin miedo a equivocarse puede ser tímido. No creo en la gente que no tiene miedo a nada.
La timidez, en algunas ocasiones, me ha traicionado. Me ha impedido mostrarme cómo soy. Y lo lamento. Pero también me ha ayudado a valorarme más y a sentirme más vulnerable.
Aprovecho el tema para introducir otra pregunta que últimamente, no sé porqué, planteo bastante. ¿En qué consiste tener personalidad? ¿Existe alguien sin personalidad? Es fácil escuchar alguien que dice: “Este tipo no tiene personalidad”. Para mi es una frase, del todo, incorrecta. Puede ser un tipo vergonzoso, sin coraje, valiente, presumido, etc… pero nunca un tipo sin personalidad. Todos tenemos nuestra personalidad. Pero a veces se confunde tener un carácter fuerte con tener personalidad. Es por eso que digo que la timidez puede “traicionar”. En realidad es la gente que se puede confundir. Precisamente los adjetivos que nos definen marcan nuestra personalidad.
Como víctima de la timidez trato de no rechazar a nadie. Supongo que no siempre lo consigo. Pero alguien que para una pequeña mayoría sea invisible posiblemente será atractivo para mi. Por la misma regla alguien demasiado visible puede convertirse en invisible para mi. Quizás ahí estaría mi rechazo inconsciente. Pero me gusta la gente que habla cuando puede hablar y no la que habla solo para hacerse notar. Me carga la gente que habla por hablar sin importarle lo que dice y que, a menudo, no saben escuchar.
“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”
Foto: spanaut
Caterina:
A todos nos juega una mala pasada la timidez, algunos la pueden llamar un defecto, pero realmente la timidez va de la mano con la madurez y la sabiduria. Lo unico que importa es mostrar tu personalidad tal como és, no esconderla ni disfrazarla.
Saludos!