No sé si solo me pasa a mi pero me cuesta mucho sentirme segura en un coche si no soy yo la que lo conduce. No es tan extraño.
Hoy me asusté bastante. En el rutinario camino que hago cada día se me cruzó un conductor temerario. Siento la expresión pero era un “gilipollas”. No sé si se había puesto como meta suicidarse hoy pero casi lo logra. Se trataba de un tipo de estos que se dedica a pegarse al culo del coche que tiene delante. Resulta que yo estaba dentro del coche que iba delante de él. Siempre he sido un poco gafe… Casi sentí que el morro de su coche tocaba el parachoques de atrás del mío. La verdad es que yo iba a 120 y me resultaba imposible pasarme a la derecha porque los que estaban en el carril derecho iban a 70 y estaban muy pegados los unos a los otros. Pensé que lo mejor sería esperar a ver un espacio suficiente para cambiarme de carril.
Ese hueco no llegaba, con lo que empecé a hacer amagos pisando el freno para que viera la luz roja y se calmara. No sirvió de nada. El conductor temerario iba cada vez más furioso. Así que decidí meterme en el carril derecho de una vez para que pasase de largo y no por encima de mi. Así que me tiré a la derecha y frené para acomodarme en la filera derecha. Y pasó de largo sin darse cuenta de que había puesto en peligro mi vida y la de algunos otros conductores.
Este tipo de gente me cabrea. Se creen los amos de la carretera y no respetan a nadie ni a nada. Ellos están orgullosos de ellos mismos y se sienten inmortales. No quiero que esto suene a sermón sin fundamento. Solo me gustaría que si uno de estos tipos (tan solo uno) llega a leer esto, se lo piense dos veces antes de actuar de ese modo. No parece justo que gente prudente y responsable muera por inconscientes como estos.
Foto: brew ha ha
Coincido con tu punto de vista, de hecho estas actitudes crean inseguridad a la hora de conducir, son un peligro al volante, las distancias de seguridad están para dar un margen de reacción en caso de errores, pero si no se respetan, no hay margen posible, hay error directo. Me alegro de que haya quedado en una entrada y no más.