QueMaNdo NuBeS

Junio. Vaya mesecito. Normalmente Junio es mes de exámenes. Mes de primera salida a la playa. Primera fiesta del verano. Sant Joan… Pues me está agobiando éste Junio. Tanto trabajo. Tanta rutina. Me acostumbré ya a que Junio rompiera la monotonía. Aunque fuera con exámenes. Pero bueno, debería alegrarme de no tener que estudiar más. O no… Se convirtió en el mes de la rutina. Espero que termine mejor de lo que empieza. Y tambien espero que termine pronto. No me apetece hoy que sea Junio. Y bueno… No es nada contra éste mes. Muchas cosas se juntan. Nervios. Espera larga. Mucho trabajo. Poco tiempo para mi. Poca comunicación. Poca emoción por ahora. Sí hay motivación y ganas de seguir haciendo lo que hago. Eso es esencial para lograr mis objetivos. Pero empiezo a pensar diferente. No se vive para trabajar. Solo se trabaja para sobrevivir. Quién sabe donde estaré mañana. Quién sabe si tendré limitaciones que no tengo ahora. Es momento de disfrutar. Es momento de aplicar una de las frases que más he repetido en mi vida: Carpe Díem. Creo que solo supe aplicarlo una vez en mi vida. Aquel año 2004… Ahí no pensaba qué haría al día siguiente. Mi único problema era ser consciente (y no siempre) de lo que estaba haciendo. Es momento de pensar en gerundios. Nada de participios. Ni de agobios por preocupaciones futuras. A veces, hay que conformarse con un “Todo saldrá bien”. Y confiar en que así será. Y disfrutar de cada momento, por sencillo que sea. Una vez soñé lograr lo que he logrado. Y ahora no me basta. Supongo que éso es un requisito para vivir. Siempre querer más. Nunca conformarse. Siempre tener metas. Tirar la flecha… E ir hacia ella. Pero pasarlo bien en el camino. No torturarte. No olvidarte de que mientras, sigues viva. Lo que más me jode es terminar ésto con un ” Ya veremos…” Suena a despreocupación. Suena a pasar la pelota a otro. A quien sea. Suena desmotivado. Por eso no me gusta. Se mezcló la melancolía con el hastío. Y el resultado es lamentable. Hoy mismo empiezo a buscar otras fórmulas. Otras mezclas. Un alivio. Y más esperanzas. Buenos días princesa!