Hoy toca hablar de la mala atención al cliente. No es poco lo que he oido a lo largo de mi carrera sobre cómo debe ser la atención al cliente. Casi siempre he trabajado de cara al público y, lo reonozco, me gusta. Necesito relacionarme y ver caras distintas cada día. Pero no todo el mundo es igual… De una manera un tanto absurda, termino 2 veces por semana yendo a una copistería que se encuentra cerca del Ocimax. Se llama Copyrai. Llevo 7 meses iendo a menudo a fotocopiar apuntes y trabajos para entregar. Hasta hace 2 semanas, estaba conforme con el servicio que me ofrecían. Pero, ahora, ya no. En 2 semanas me han entregado el pedido mal cada vez y la última vez que he ido se olvidaron de entregarme el pen drive junto con las copias que había pedido. Son detalles, relativamente tontos, pero si le sumamos la mala atención al cliente, la queja ya cobra más sentido. Ya van 3 veces que les pido que me impriman algo a 2 caras y no hay manera… siempre se equivocan y me lo hacen a una. 3 veces en 2 semanas es demasiado. En la copistería atienden solo chicas. No sé cuál es la más borde de todas. Se pasea siempre un hombre por ahí (sin uniforme). Tiene pinta de jefecillo. La cuestión es que creo que no saben ofrecer un buen servicio. No escuchan la petición del cliente y no sueltan ni una gota de simpatía. Siempre están en su mundo y tratando de escaquearse a la hora de atender. ¿Por qué voy allí? Voy allí porque nunca llego a tiempo para hacerlo en la universidad, dónde me sale a mitad de precio y me lo hacen bien a la primera, dado que soy yo la que ejecuta la copia desde el ordenador, eligiendo así las condiciones en las que quiero mis copias. Así que, aquí dejo algunos motivos por los que no ir a fotocopiar a Copyrai. Por cierto, hoy fue Daniel a buscar mi pen drive y parece que con los chicos cambia la cosa. Él afirma que le trataron correctamente. No desbordaron simpatía, por supuesto, pero no le trataron mal…
Foto: Jackie TL
El gerundio de ir es yendo.
Gracias por la corrección 😉