Hoy empecé una nueva subetapa. Regresé a la universidad pero, esta vez, como estudiante de posgrado. Fue una “heavy” regresión. Realicé la primera clase en la misma aula dónde empecé mi escasa carrera. Por alguna razón que desconozco, este insignificante detalle, me desanimó.
El profesor me era conocido. En realidad, es uno de mis exprofesores de la carrera. Él es el doctor Pere Salvà y me cae, francamente, bién. El único sobresaliente que saqué en la carrera fue de su asignatura. Su buén acento mallorquín delata su origen, casi, indiscutiblemente.
También nos visitó el director del Màster. Julio Batle es su nombre. Ya tenía ganas de ubicar su cara. Había oído hablar de él pero nunca pude localizarlo del todo. Nos explicó, muy brevemente, parte del programa del curso. Se disculpó por los “problemillas” administrativos que han habido y que, por cierto, aún no se han solucionado.
Me sorprende ver que en 4 años la UIB sigue fallando en lo mismo. Quizá han avanzado en otras cosas pero, por el momento, sigo teniendo los mismos problemas que tenía cuándo empecé y terminé la carrera.
Uno de ellos es lo mal que funciona la página web. Las contraseñas se colapsan o dejan de funcionar, por desconocidas y aleatorioas razones, negando el acceso al Campus extens, ahora llamado UIBdigital (como si sonara más 2.0 …). Con lo que no se puede acceder al material que el profesor se supone que cuelga para seguir mejor la clase. Pero no termina aquí la cosa. Para conseguir una nueva contraseña no queda otra que dirigirse, en persona, a los servicios administrativos de la facultad, cerrada la mayoría de tardes y en las tardes que está abierta, al menos a mi, me coincide con horario de clase. Además, tales servicios se encuentran, incómodamente, en otro edificio, lo que hace difícil poder llegar a sus puertas.
Por otra parte, hasta hoy (día que empieza el Máster), nadie ha tenido la decencia de colgar unos simples horarios para que el alumnado sepa a qué hora y dónde tiene que acudir. Esto me parece fatal. Pensaba que, con tantos cambios bolonienses y tomando conciencia de que estaba entrando en unos estudios de grado, las cosas serían más serias y menos opacas.
Voy a respirar hondo y a confíar en que todo este sistema mejorará y, más que mejorar, solo pido que funcione. Voy a esperar un poco más a ver que futuro me depara, después de todo, esto solo fue el primer día.
Foto: holacomovai
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