Noche extremeña

Era viernes y todo el mundo tenía ganas de fiesta. Ya llevábamos dos días intensos de conferencias sin parar y un notorio cabreo con el polémico wifi. Llegamos al hotel sobre las 20:00. Nos reunimos en recepción con unos cuantos que ya iban con la caña en la mano. Nos apuntamos. Frutos secos, conversa y cañas. Empezamos a hablar con el que fue nuestro compañero incondicional de la marcha: Ketari.

Todos los ponentes, blogueros, periodistas y congresistas estábamos animados y de buen rollo. Como ya dije empezamos tomando algo en el hotel. Cuando empezamos a tener hambre decidimos ir al centro de la ciudad. Quedamos en encontrarnos en la plaza del Ayuntamiento, cosa que nunca pasó. Después de dar vueltas decidimos entrar en un restaurante situado en plena plaza, eso sí, recomendados e insistidos por Mernissi. No comimos mal.

Al terminar habíamos oído que la gente iría al Corral de las cigüeñas. Así que ahí fuimos y fue una muy buena elección. Disfrutamos de un rítmico concierto con ambiente de “halloween”. La mayoría coincidimos ahí. Tomamos unas copas mientras saltábamos de conversación en conversación. Se colaron risas, pequeñas confesiones y buena onda. Algunos se fueron a dormir, otros querían más. Caminamos y caminamos en busca de un bar cuyo nombre no puedo recordar. La cuestión es que llegamos (sanos y salvos) y continuamos la noche en ese bar. No éramos muchos ya los que quedábamos. Recuerdo que al salir unos cuantos se metieron en una furgoneta, el resto nos fuimos en busca de más marcha, cosa que no encontramos. Lo bueno es que nuestro compañero incondicional ” de fiesta” no se separó de nosotros en toda noche. Fue una buena compañía. Terminamos cantando el himno del Real Sociedad y gritando “Visca Catalunya”. La noche terminó con un taxi de regreso al hotel y una invitación a San Sebastián que no vamos a olvidar.