Llevo unos días con ganas de meterme en el back office del blog. Pero estoy en una de esas etapas donde no puedo permitirme perder tiempo en otra cosa que no sea mi máxima prioridad. Aún así pierdo una gran cantidad de minutos en menudencias que siempre están ahí.
Llevo unos días escondida de mis miedos, soñando despierta en un futuro mejor y tratando de trabajar para ello. Entre nervios y culpas nado por esta sociedad que cada vez veo más ciega. Y quizás la que no ve soy yo. Tendré que echar un vistazo a la novela de Saramago.
Llevo unos días pensando qué será de mi en unos pocos años. Y leo en el periódico que Daniel Drexler dice que “tener las cosas claras es aceptar que siempre habrá dudas”. No es un mal comienzo.
Llevo unos días machacándome con autocríticas. Me comparo demasiado y por el camino pierdo mi propia visión. Pierdo tiempo con sermones: no debo, no puedo, no tengo, no creo… Me exijo estar en todo y olvido que soy humana y, como todo humano, estoy limitada.
Llevo unos días en los que ningún día se parece al anterior.
Foto: Non original