Las apariencias engañan. Y confunden.
Las apariencias esconden la realidad. Y anulan la transparencia.
Las apariencias mienten. Y hacen que nos creamos sus mentiras.
Las apariencias tapan lo que no se quiere dejar ver. Y la verdad se diluye.
Las apariencias cansan y agotan. Y desgastan.
Las apariencias omiten. Y dejan de existir.
Las apariencias no son perennes. Y tampoco consecuentes.
Las apariencias despistan. Y desenfocan la realidad.
Las apariencias decepcionan. Y aburren.
Las apariencias viven en la superficie. Y nunca van más allá.
Las apariencias se descubren. Y te roban los sueños.
Las apariencias son. Y ya no son.