Llevaba días queriendo escribir en el blog y quería hacerlo sobre un tema que, últimamente, me está rondando en la cabeza: emprendimiento. No encontraba el momento ni conseguía inspirarme para escribir. Hoy me vino la inspiración y también algunas ideas de cómo expresar lo que es para mi emprender.
Hoy asistí a una charla en el Parc BIT de Palma. El invitado para llevar a cabo la ponencia era Pau Albertí. La charla llevaba por título “Preparación física y entreno del emprendimiento y la dirección de empresas“. Imagino que el largo título de la conferencia pretendía transmitir la relación existente entre el deporte y el emprendimiento. Así lo quise entender yo.
Uno de los objetivos de esta conferencia era promover el deporte en el Parc BIT y explotar así todas sus posibilidades potenciales. Es cierto que el Parc BIT necesita más actividad, agarrar un ritmo más acelerado y motivar cuánto más a todos los emprendedores que cada mañana pasean y trabajan en el parque.
Tras una breve presentación del que iba a ser el ponente, Pau Albertí empezó a contarnos a través de su larga experiencia las ventajas y desventajas del deportista. Entre anécdotas y frases inspiradoras, Albertí, trataba de relacionar las aptitudes de un deportista profesional con las de un emprendedor.
Se habló, entre otras cosas, de la gestión de un equipo. Aquí, inevitablemente, entró en juego el futbol y también los gestores de los equipos más relevantes a nivel nacional y, posiblemente, también a nivel internacional. Me refiero a los entrenadores. Por unos instantes, la conferencia se basó, a pesar de la insistencia del ponente por no dejarse llevar por los “colores”, en el binomio Barça-Madrid o lo que es lo mismo: Guardiola y Mourinho.
Se distinguió entre la estrategia de uno y de otro. Se vieron reflejadas dos personalidades muy distintas que a la vez definían dos modos muy distintos de salir al campo y ganar. Aunque ya es un tema muy comentado, fue la parte en que todo el público reaccionó y se identificó, en cuestión de segundos, con uno de los dos bandos.
Nos encontramos, por una parte, con el carácter Mourinho. Éste se caracteriza por ser más agresivo, más individualista y con más fuerza mental. Por otra parte, nos encontramos con el carácter Guardiola. No es comparable al anterior ya que toda la estrategia reside en el equipo en conjunto y no en la individualidad de los jugadores.
Quiero destacar que el ponente no se olvidó de recordar a un tercer entrenador que me encanta: Bielsa, al que yo situaría muy cerca de Guardiola. Destacó su buen trabajo y los valores que están transmitiendo al equipo. Yo sí me estoy dejando llevar por los colores…
Así, dejó patente que un empresario puede actuar de diversas formas y dos de las más comunes son la que usa Guardiola y la que usa Mourinho. Una de las frases que relató el ponente fue la siguiente: “El talento gana partidos pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”. De alguna manera, se pudo leer entre líneas que el Real Madrid busca y paga talento y el Barça juega en equipo y actúa con inteligencia. Ambas cosas son necesarias para triunfar.
Uno de los conceptos clave de la conferencia fue el riesgo. Sin él, cuesta avanzar. Para un empresario, a mayor riesgo, mayores posibilidades de obtener más rentabilidad. Lo mismo le ocurre a un deportista: para mejorar su rendimiento necesita arriesgar. Ambos deben ser ambiciosos, no acomodarse y mejorar de forma continua.
Termino haciendo alusión a la que fue una de las primeras frases con las que empezó Albertí: “Desde que nacemos, competimos”. Hay distintas formas de competir pero sí es cierto que, de alguna manera, todos lo hacemos. Hay que aprender a perder el miedo a la competencia. Sin ella, nunca podremos ser los mejores.
Foto: De tertulia
Cuando hablo de “preparación”, me refiero a buscar los recursos que hacen falta, entrenarnos en los conocimientos necesarios y ponernos en acción. Y cuando digo “atención”, me refiero a hacernos más conscientes del proceso, a prestar atención a las oportunidades que pueden presentarse, a darnos la oportunidad de desarrollar nuestra creatividad generando los contextos adecuados para que la misma ocurra, a dejar fluir nuestra imaginación, pero por sobre todo, a conectarnos con nosotros mismos.