Llevo una temporada medio “extraña”. Hace justo tres meses que llegué de nuevo a casa y me he tenido que adaptar otra vez a todo y eso, a veces, es complicado. Podría decir que “mal” no me ha sentado la vuelta pero sí se me ha hecho dura.
Cuando te instalas en un lugar hay todo un proceso de adaptación. Es como cuando te abres una cuenta en el facebook… Tienes que buscar los contactos, hacerte tu sitio, personalizarlo de manera que te sientas cómoda y acceder a las “redes sociales”. Pues así estoy yo, tratando de hacerme sitio en la isla. Llegué, quizás, en mal momento laboralmente hablando. Las cosas están crudas pero ahora mismo podría afirmar que algo de suerte he tenido si me comparo con el porcentaje de parados que hay en este país. Encontré trabajo a los 20 días de estar en Palma aunque claro duré menos de un mes, ya que me tocó pagar las primeras bombas de explotación de la crisis. Pero justo después me puse a trabajar en otro ámbito que me recordó que no debo cerrarme y aprovechar oportunidades.
Me cambié de mundo. Pasé del mundo del turismo barato a la educación concertada. No es que me haya hecho profesora de un día para otro, no… Pero ahora trabajo con niños. Trato 14 horas semanales con ellos y la verdad es que ellos son los que me enseñan a mi. Cada día aprendo algo de ellos y cada día me sorprenden con cualquier cosa. Hago talleres con ellos y mantengo charlas bastante interesantes. Me hacen recordarme a mi misma hace unos 12 años. Extraño esa época media olvidada.
Como no he estudiado para ser profesora, ellos se encargan de enseñarme a enseñar. Al principio tenía la duda de cómo tratarlos. Veía a otros profes tratarlos como “muñecos” o “perritos”, no sé… Y he llegado a la conclusión que, además de ser niños, son personitas. Tienen sentimientos, piensan, preguntan, tienen curiosidad y son de lo más creativos. Son un futuro en el que vale la pena invertir, lástima que no se invierta lo suficiente. Decidí tratarlos como lo que son: personitas. No les hablo como si fueran “tontos” porque creo que si así lo hiciera se lo creerían. Pienso que lo adecuado es tratarlos de manera normal y dejarme llevar por el tono que llevan ellos. Aunque se me hace raro ser la mayor, pues a pesar de tener un hermano menor suelo sentirme la pequeña. Me pasa con mucha gente eso ahora que lo pienso… Quizás por eso conservo expresiones infantiles y quizás por eso mi cara aún no delata mi verdadera edad.
Ellos ven soluciones a todo. Nada es un problema y son felices con eso. Se hacen querer pues son cariñosos. También son traviesos, pero ¿quién no?. Tratan de llamar la atención y de hacerse notar. Sueñan con ser médicos y abogados y ojalá algún día lo sean. Había oído tanto eso de que “los niños de hoy en día no son lo que eran” que casi me lo había creído. Pero no es así, los niños, niños són. Todos ríen, lloran y chillan.
Entre las noticias negras del periódico y el ambiente de estudio en el que me he envuelto (sin querer) me he animado a volver a estudiar. Esta vez me animé a opositar. No puedo perder nada y, como dicen, el saber no ocupa lugar. Y en eso estoy, entre libros y cuadernos, buscándome un sitio y plantando flores en mi jardín.
Foto: ziga-zaga
Sembla que has après coses importants del teu avi Miquel Deyà qui, entre altres coses interessants, deia als mestres que dirigia al Grup Escolar de Son Espanyolet: “Els nins sempre tenen raó” Per altra banda, ell també va assumir el lema de l’Institut Rousseau de Giebra (Discat a puero magister (Que el mestre aprengui de l’infant))que tu apliques. Endavant! Qui s’atura, recula. Aquesta era també una dita del teu avi.
Bon dia, señorita! tantisimo tiempo. Yo trabajo casi cada día con peques, pero sentados en la silla del dentista, y me toca tranquilizarlos e intentar hacer q se lo tomen con humor (tarea bastante imposible hasta con algunos adultos). Me parece q mi contrato-basura no será renovado, y por un lado eso quizás me haga buscar algo mejor con más empeño, pero extrañaré a los críos. (Puedo hacer clases de artes, soy diseñadora gráfica, si sabes de algo!). Besito, y a tirar palante. Claudia